Como especialistas en reformas en San Sebastián de los Reyes estamos muy acostumbrados a trabajar con ladrillos, pero, a la hora de meterse de lleno en una reforma o una construcción siempre tenemos que hacer una buena elección de material: ¿Qué tipo de ladrillos existen?, ¿Cuáles son los mejores?, ¿Es el que más pega con mi vivienda? Según su finalidad, aspecto y necesidad de cada obra, hay diferentes tipos de ladrillos y por tanto, para cada uno de ellos deberemos saber cuáles son sus particularidades. En Vivienda Sana te explicamos los tipos de ladrillos que hay y para qué sirven:
Cuáles son los tipos de ladrillo que existen
Es curioso que los orígenes del ladrillo se remontan a hace más de 10.000 años. Desde entonces, han ido adaptándose según las necesidades de cada época, hasta llegar a nuestros días, aunque su composición no haya cambiado mucho: están hechos de cerámica o arcilla, generalmente con forma rectangular y se cuece a más de 1000°C. Es esa exposición a altas temperaturas durante su fabricación, la que le proporciona resistencia y facultades aislantes, tanto térmicas como acústicas. Dependerá de lo que queramos conseguir apostar por uno, u otro.
Ladrillo cocido de arcilla
El ladrillo cocido de arcilla es el más común de todos. Está hecho de forma artesanal y no presenta huecos en su estructura. El material con el que se fabrica es el adobe secado al sol, por lo que su resistencia térmica es mucho mayor. A día de hoy, se utiliza en construcciones de tipo agreste que no requieran de mucha resistencia. No es recomendable para viviendas porque no son muy duros.
Ladrillos macizos perforados
Este ladrillo se caracteriza por tener un mínimo del 10% de su superficie perforada, cuya mayor característica es la resistencia. Se utilizan principalmente en la elevación de fachadas para viviendas.
Ladrillo perforado al canto o hueco
Estos ladrillos poseen perforaciones horizontales al canto o testa para rebajar su peso sin perder resistencia. El ladrillo de arcilla perforado se utiliza especialmente para levantar tabiques que no requieran soportar demasiado peso. Dependiendo de su grosor podemos encontrarnos con ladrillos perforados al canto sencillos, dobles triples o cuádruples.
Rasillón o bardo
El ladrillo rasilla más ancho y plano, es ideal para cubrir huecos, hacer techos e incluso como elemento decorativo. Esta clase de ladrillo es mucho menos resistente, ya que si un ladrillo hueco posee dos filas de agujeros, el rasillón solo dispone de una.
Estos son los ladrillos más comunes que se utilizan en la construcción, no obstante también existe el ladrillo refractario, el ladrillo decorativo cara vista, el ladrillo Borgoña, el ladrillo decorativo para piso o el ladrillo decorativo de pared estilo rústico.
Tipos de ladrillos y precios
Generalmente, en las obras actuales se trabaja con dos tipos de ladrillos. Por un lado, está el ladrillo macizo y, por otro, el ladrillo hueco. Anteriormente también había el ladrillo de barro cocido, pero éste está en desuso porque no es tan eficaz y, además, es más caro.
Los ladrillos macizos tienen una gran dureza y una alta resistencia al desgaste, con caras finas y suaves, puesto que se fabrican con el mismo método que los pavimentos. Generalmente, se utilizan en las fachadas, porque permiten obtener una apariencia más homogénea.
Por su parte, los ladrillos huecos son más baratos y más ligeros, porque tienen una menor cantidad de cerámica en su interior. Son ladrillos agujereados y son los más utilizados en el mundo de la construcción y las reformas. Están disponibles en varias medidas.
El precio de los ladrillos huecos suele ser de entre 0,12 y 0,15 euros por unidad, mientras que los ladrillos macizos pueden llegar a valer el doble, dependiendo de su calidad de fabricación.
Por último, hay que mencionar que también existe el ladrillo refractario, que es un tipo de ladrillo que puede ser macizo o hueco y que tiene la capacidad de aguantar temperaturas extremadamente altas.
¿Qué tipo de ladrillo se usa para hacer un tabique de una vivienda?
Como hemos dicho, el ladrillo macizo está especialmente pensado para labores de decoración, como a la hora de construir casas de ladrillo visto o hacer fachadas. Tienen una apariencia mucho más uniforme y eso hace que la fachada consiga un mejor resultado estético.
Pero, a la hora de levantar un tabique, esta ganancia en apariencia nos resulta menos importante, porque el tabique no va a tener el ladrillo visto. Por lo tanto, lo más habitual es utilizar el ladrillo hueco para hacer tabiques y separar habitaciones.
No obstante, cabe destacar que, en algunos casos, puede ser conveniente utilizar el ladrillo macizo. Esto dependerá de los objetivos de aislamiento térmico y acústico (el ladrillo macizo cumple mejor esta función que el hueco).
Sin embargo, para la mayoría de los casos, es más que suficiente con el ladrillo hueco, que, además, es más asequible en términos de precio por unidad.
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