Como especialistas en reformas en San Sebastián de los Reyes, queremos resolver una duda que nos plantean muy a menudo, y es la de si se pueden realizar obras que afecten a elementos comunes de un edificio. Hoy, hablamos de ello.
Obras no consentidas en elementos comunes
La ley es clara a este respecto, y dice que cualquier propietario puede hacer cambios en su propiedad siempre y cuando no menoscabe o altere, con ello, la seguridad, la estructura, la configuración el estado exterior del edificio.
Asimismo, tampoco puede perjudicar los derechos de otro propietario con su obra y, cuando la acometa, debe hacérselo saber al representante de la comunidad.
Por tanto, toda aquella obra que afecte a elementos comunes (fachada, estructura, bajantes, rellano…) no se podrá realizar a no ser que esté autorizada en los estatutos y tenga el visto bueno de los demás propietarios.
Es cierto que a este último respecto se pueden generar dudas: ¿Se necesita que todos los acepten unánimemente? ¿Basta con que haya una mayoría? ¿Se deben contabilizar los votos de los ausentes?
En general, según la jurisprudencia actual, necesitas 3/5 de los propietarios aceptando tu reforma para poder realizarla. Asimismo, los ausentes se tienen en cuenta, pero, a priori, se les da por a favor.
Es decir, se les notifica lo que se ha resuelto y se les informa de que su voto se computa como “a favor de la reforma”. Si no responden en un plazo determinado, ese voto pasa a considerarse, finalmente, como a favor.
Así que, en general, siempre que necesites hacer una reforma que involucre algún elemento común, vas a tener que solicitar permiso a la Comunidad de Propietarios. Este es una de las razones por las que es muy conveniente llevarse bien con ellos, aunque no siempre sea fácil.
Por supuesto, una vez tengas validada la obra, tendrás que actuar rápido y evitar causar más perjuicios de los necesarios a los demás propietarios. Y, por supuesto, respetando siempre los horarios en los cuales se puede hacer ruido y en los que no y demás criterios legales de buena vecindad.
Como puedes ver, hay obras que no se pueden hacer sin la aceptación de los demás vecinos, porque afectan a zonas comunes. Otras, en cambio, sí se pueden hacer (dependiendo de cómo sea el acuerdo de propietarios que exista).
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